12 febrero 2008

Alcohólico Homicida en Libertad

[Los Ángeles] Y seguirá conduciendo. Familiares de víctimas indignados con resolución judicial. Atropelló y mató a dos jóvenes, pero no irá a la cárcel.
Autor de cuasi delito de homicidio –un chofer de la locomoción colectiva que conducía ebrio- sólo deberá firmar durante tres años en tribunal local. En mayo próximo podrá ponerse tras el volante otra vez.
"Él no mató a dos perros, mató a dos personas y la sentencia que le dieron es la misma nada (…) siempre dicen que manejar en estado de ebriedad es penado por la ley, pero ¿de qué ley estamos hablando? O sea, ahora yo podría perfectamente matarlo a él, y pagaría por él, pero qué injusto sería eso, ¿verdad? Los que juzgan no están en el dolor de uno".
Las palabras de Sandra Ramos sintetizan casi a la perfección el sentir que embarga en estos momentos a los familiares de Cristian Andrés Arriagada Vargas y de Arlet Hellen Sepúlveda Ramos, una de sus hijas gemelas.
Hoy se cumplen exactamente nueve meses desde que esta pareja de jóvenes pololos perdió trágicamente la vida, tras colisionar en la moto que viajaban con un microbús que salía retrocediendo de la discoteque ‘Bronco's', en la ex Ruta 5-Sur. El conductor de la máquina, según se estableció durante las diferentes audiencias a las que fue sometido y en el decisivo juicio abreviado –en el que se llegó a su condena- manejaba ebrio, contraviniendo de modo grosero una de las principales disposiciones que la Ley de Tránsito establece para quienes guían un vehículo motorizado.
Pese a ello, la pena que se dictaminó en su contra -3 años de presidio menor en su grado medio- la cumplirá de manera remitida (sólo firmando ante el tribunal) y -algo que aparece menos coherente aún- el imputado sólo fue castigado con un año de suspensión de su licencia de conducir.

Triste Amanecer
Eran cerca de las 5 de la madrugada del sábado, cuando Cristian Arriagada, de 27 años, domiciliado en villa Balmaceda; y Arlet Hellen Sepúlveda Ramos, de 22, y quien residía en el sector de Santiago Bueras, impactaron de lleno contra la parte trasera de la estructura de la máquina guiada por Víctor Hugo Gajardo Sandoval, de 39 años. Los jóvenes, quienes pololeaban hace poco más de seis meses, y que de acuerdo a sus cercanos tenían intenciones de formalizar prontamente su relación, iban por avenida Las Industrias con dirección al sur. Sólo pocos minutos antes habían abandonado el local nocturno ‘Aplausso', localizado en avenida Sor Vicenta, donde el ‘Meijan' –como era conocido el motoquero- se desempeñaba como guardia de seguridad.
Los del vehículo menor iban muy rápido por una de las pistas del camino que actualmente se denomina avenida Las Industrias y por donde antes pasaba la Ruta 5 Sur. A la altura del 2500, casi frente a la salida de la ‘Bronco's', quizás no notaron la presencia del microbús conducido por Gajardo Sandoval. No obstante, aunque éste se hubiera dado cuenta que algo se aproximaba a gran velocidad, nada habría podido hacer pues según la alcoholemia que se le practicó estaba totalmente ebrio.
En esas condiciones, el chofer optó por huir del lugar del accidente, sin siquiera intentar prestar ayuda a las víctimas, quienes dejaron de existir casi instantáneamente producto de las múltiples y graves lesiones sufridas. Siguiendo el relato de los familiares de ambos jóvenes, el conductor del taxibús llegó hasta Los Ángeles, repartió en la plaza a todos sus pasajeros –clientes de la discoteque de la cual salió- y posteriormente trató de irse a su casa, como si nada hubiera sucedido. En ese momento fue capturado por la policía.

Esquiva Justicia
Si bien el mismo fiscal en este caso, Víctor Castro, reconoció que el dictamen del juez del tribunal de garantía Miguel Salgado se enmarca en lo que la ley consigna para este tipo de casos, el fallo no conformó en lo más mínimo a los deudos de estos dos jóvenes, quienes tras su muerte se unieron en búsqueda de justicia.
Lo que menos les calza no es el hecho que el responsable del doble deceso se libre de pagar su cuasi delito tras las rejas, sino el que el chofer de la línea de microbuses Paillihue-Santiago Bueras podrá volver a manejar en tan sólo tres meses. Tal como lo lee. Es que al condenarlo a un año de suspensión de licencia, se faculta al condenado para que vuelva a tener su documentación en orden el próximo 12 de mayo, justo el día en que se conmemora un año de acaecido el lamentable accidente.
"Nos parece una aberración que este hombre pueda ponerse de nuevo detrás de un volante, más aún si se considera que él mismo reconoció en el juicio que tiene problemas con el alcohol y con las drogas, porque dijo que era consumidor de marihuana", aportó Sandra, la progenitora de Arlet.
La mujer sostuvo que, inclusive, el imputado trabajó durante todo el tiempo que estuvo procesado por la justicia en la misma línea de micros en la que estaba cuando protagonizó el fatal hecho. Algo que de ser cierto asoma, a todas luces, como irregular.
"Eso se denunció en una de las audiencias y él explicó que tenía algunos amigos por ahí que lo ayudaron. Se ordenó investigar, pero parece que tampoco se hizo nada con eso. Es que ¿sabe qué pasa?, aquí valen los que tienen plata o influencias, y nosotros no tenemos nada de eso. Ellos no eran unos perros, pero parece que para este hombre sí. En ningún momento nos pidió perdón o se mostró arrepentido".
[12 de febrero de 2008]
la tribuna]

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